
A Lisbeth Mora...
--Decidle al súbdito que haga su entrada...
--Su Alteza, le confío
un imperioso deseo que me acecha:
El aburrimiento, junto al hastío,
tienen montada, en mí, notable fiesta, y
por tanto, solicito:
saber si no estará Ud. requiriendo
a un constante individuo
para hacer diligencias
en otros pueblos, lejos de este sitio,
o alguien que quiera escudriñar la fuente
de inspiración de los poetas místicos,
o que haga malabares con pinitos
en medio de la calle y
que sea admirado por grandes y chicos
quiero saber si Ud. no necesita
un súbdito más íntimo
alguien que le convoque la alegría
cuando esta se haya ido
o que se entretenga haciendo monadas
para creer que está vivo
¿no querrá, en fin, mi Reina y Soberana
la pueril distracción de mis servicios?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario