miércoles, 24 de marzo de 2010

La señora de muchos años...



La señora de muchos años se acerca a su última hija, que hoy expone un tierno vestido blanco y ensaya con una muñeca el ser madre, madre joven, quizás, y le muestra aguja e hilo...

La señora excusa que ha olvidado cómo ensartar el hilo y le pide a la niña, por favor, le vuelva a enseñar, que ella sí aprenderá esta vez, y la niña, haciendo un gesto de cansancio con sus ojos dice, mientras enhebra la aguja:

-Esta es la última vez... No puedo enseñarte tantas veces... Soy una niña ocupada... Tengo muchas cosas que hacer...

Y su acto fue pausado, como el de una potencial maestra, y le pregunta a su madre si entendió cómo enhebrar la aguja.

La madre se sonríe, asiente, agradece y comienza a coser sin confesar nunca que a su edad, a veces, resulta difícil poder distinguir el ojo de la aguja y es necesario utilizar los ojos de los más jóvenes...