El editor alemán Julius Streicher llevó a la imprenta un texto para niños llamado El hongo venenoso, 1938 (Der Gftpilz). El editor fue famoso por su revista Der Stürmer, que mostraba escenas caricaturescas en contra de muchas tradiciones, culturas, ritos y diversidad universal, en especial -no nos sorprendamos- a la cultura judía.
El texto de El hongo venenoso fue leído y utilizado en las escuelas de la época fomentando el odio y el desprecio a los judíos; todo esto ayudó al lamentable desenlace que todos conocemos sucedió en el siglo pasado.
Talvez por ejemplos como estos, es importante revisar qué es lo que se está leyendo, qué es lo que leen los pequeños. Es importante cultivar lecturas humanísticas y relegar este tipo de relatos a museos literarios del horror.
A continuación, se muestra una traducción del texto, en inglés, que se puede encontrar aquí (01/09/2007).
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Una madre y su joven hijo están reuniendo hongos en el bosque alemán. El muchacho halla algunos hongos venenosos. La madre le explica que hay hongos buenos y hongos venenosos, y, cuando se dirigen a su hogar, dice:
"Mira, Franz, los seres humanos en este mundo son como los hongos en el bosque. Hay buenos hongos y hay buenas personas. Hay malos hongos y hay malas personas. Y tenemos que resguardarnos contra las malas personas exactamente como hemos de estar en resguardo de los hongos venenosos. ¿Entiendes?"
"Sí, madre", constesta Franz, "entiendo que las malas personas pueden traer problemas, así como cuando uno come hongos venenosos. ¡Uno puede morir!"
"Y, ¿sabes quiénes son esos hombres malos?¿esos hongos venenosos de la humanidad?", continúa la madre.
Franz hincha su pecho de orgullo:
"¡Claro que sé, madre! ¡Son los judíos! Nuestro profesor con frecuencia nos habló de ellos."
La madre elogia a su hijo por su inteligencia, y le explica los diferentes tipos de judíos venenosos: el judío vendedor, [...], el judío kósher, el judío doctor, el judío bautizado, y así.
"Sin embargo ellos se distinguen entre ellos mismos [...] afirmando cientos de veces que ellos tienen buenas intenciones con nosotros, y uno no debe creerles. Los judíos están y los judíos permanecerán. Para nuestro Volk, ellos son veneno.
"¡Como los hongos venenosos!", dijo Franz.
"¡Sí, hijo! Exactamente como un solo hongo venenoso puede matar a toda una familia, un solitario judío puede destruir toda una villa, toda una ciudad, todo un Volk entero."
Franz hubo entendido.
"Dime, madre, ¿todos los no judíos saben que los judíos son tan peligrosos como los hongos venenosos?"
La madre negó con la cabeza.
"Desafortunadamente no, hijo. Hay millones de no judíos quienes no conocen todavía a los judíos. Por tanto nosotros tenemos que aclararle a la gente y advertirles contra los judíos. Nuestra gente joven, también, debe ser advertida. Nuestros muchachos y muchachas deben conocer a los judíos. Ellos deben aprender que los judíos son el más peligroso de los hongos venenosos que existen. Así como los hongos venenosos crecen en todas partes, los judíos son hallados en cada país en el mundo. De la misma forma que los hongos venenosos producen con frecuencia las más horrorosas calamidades, de esa misma forma los judíos son la causa de la miseria, enfermedad y muerte."
La juventud alemana debe aprender a reconocer el veneno del hongo judío. [...] Deben aprender que el problema judío involucra el destino de todos nosotros.
"Las siguientes historias dirán la verdad sobre el veneno del hongo judío. Ellas muestran las muchas formas que los judíos asumen. Ellas muestran la depravación y pérdida de base de la raza judía. Ellas muestran qué es realmente el judío: el demonio en forma humana."
"¡Como los hongos venenosos!", dijo Franz.
"¡Sí, hijo! Exactamente como un solo hongo venenoso puede matar a toda una familia, un solitario judío puede destruir toda una villa, toda una ciudad, todo un Volk entero."
Franz hubo entendido.
"Dime, madre, ¿todos los no judíos saben que los judíos son tan peligrosos como los hongos venenosos?"
La madre negó con la cabeza.
"Desafortunadamente no, hijo. Hay millones de no judíos quienes no conocen todavía a los judíos. Por tanto nosotros tenemos que aclararle a la gente y advertirles contra los judíos. Nuestra gente joven, también, debe ser advertida. Nuestros muchachos y muchachas deben conocer a los judíos. Ellos deben aprender que los judíos son el más peligroso de los hongos venenosos que existen. Así como los hongos venenosos crecen en todas partes, los judíos son hallados en cada país en el mundo. De la misma forma que los hongos venenosos producen con frecuencia las más horrorosas calamidades, de esa misma forma los judíos son la causa de la miseria, enfermedad y muerte."
La juventud alemana debe aprender a reconocer el veneno del hongo judío. [...] Deben aprender que el problema judío involucra el destino de todos nosotros.
"Las siguientes historias dirán la verdad sobre el veneno del hongo judío. Ellas muestran las muchas formas que los judíos asumen. Ellas muestran la depravación y pérdida de base de la raza judía. Ellas muestran qué es realmente el judío: el demonio en forma humana."
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Algunas religiones afirman que se obtiene en esta vida algo parecido a lo que se da. Recordemos, por ejemplo, la Epístola a los Galatas 6, 7: No os engañéis. Dios no puede ser burlado. El hombre cosecha lo que siembra.
Julius Streicher, el editor, fue condenado a la horca y ejecutado en 1946 en los Juicios de Nuremberg por la calamidad a la que contribuyó.
(Sirva esta ventana como homenaje al pueblo judío y como condena a los ejecutores de la atrocidad.)